Caso San Lázaro | Plasencia
La madre de Camelia: «Los disparos que mataron a mi hija salieron de la casa de los Loletes»
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La madre de Camelia: «Los disparos que mataron a mi hija salieron de la casa de los Loletes»A. B. Hernández
Lunes, 9 de junio 2025, 12:43
«La bala perdida que mató a mi hija salió de la casa de David, el hijo del Lolete», afirma Alba Silva, la madre de ... Camelia, la niña que falleció a consecuencia del tiroteo que tuvo lugar el 30 de marzo en el barrio placentino de San Lázaro.
Es la declaración que ha realizado esta mañana ante los medios de comunicación, acompañada por su abogada Ana Moraza, antes de entrar en sede judicial para dar testimonio de lo que vivió la noche en la que murió su hija.
Con su declaración y la de Sara Silva, la joven que resultó herida en un pie también por una de la balas que entraron en la vivienda en la que la niña y ella se resguardaban, han arrancado esta mañana las testificales por el caso San Lázaro que instruye el juzgado número 1.
Ha sido poco antes de las 11.30 de esta mañana, hora fijada para el inicio de las declaraciones, cuando han llegado a los juzgados tanto los padres de Camelia, Iván y Alba, como la abogada del despacho de Marcos García-Montes. «El consejo profesional que hemos dado a Alba es que, lejos del bullicio de los primeros días, ella se centre en lo que vivió esa noche, que es lo que interesa a su señoría, lo que ella vivió y escuchó», ha expuesto Ana Moraza.
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Alba Silva ha asegurado a continuación que se ratificará en lo que declaró en sede policial. «Los disparos que mataron a mi hija salieron de la casa de David, el hijo del Lolete y del coche en el que iban los Hilarios no salió ninguno», ha insistido. «Yo vengo aquí a pedir justicia».
Esa noche, cabe recordar, miembros del clan de los Hilarios, con base en la barriada de Gabriel y Galán, se desplazaron hasta San Lázaro para zanjar un conflicto surgido dos días antes con los Loletes por una pelea en un club de alterne.
El encuentro acabó con un enfrentamiento a tiros supuestamente solo por parte de los Loletes y con los Hilarios abandonando el barrio en un Audi negro. Esa salida del barrio la hicieron por la calle Calzada. En su inicio están las casas de los Loletes y al final, a una distancia de unos 25 metros, la vivienda en la que se resguardaron Camelia y Sara. Sin embargo, algunos de los disparos atravesaron el cristal de la puerta de acceso a la casa. Uno de ellos hirió a la joven, otro en un brazo a la niña y un tercero resultó mortal para la pequeña, porque le atravesó la cabeza, como ha confirmado la autopsia.
A consecuencia de ello, cinco miembros del clan de los Hilarios y seis de los Loletes fueron detenidos. Pero tras tomarles declaración, el juez solo envió a la cárcel a los seis vecinos del barrio de San Lázaro, ahora en una prisión de León.
Según el relato de los hechos que se recoge en el auto judicial por el que los Loletes son enviados a prisión, por los que el juez explica que son investigados por un delito de homicidio doloso y motivo por el que deben ser juzgados por un jurado popular, descarta que los disparos que acabaron con la vida de Camelia salieran del coche en el que viajaban los Hilarios.
«La tesis de que los disparos que han causado la muerte de Camelia y lesiones en el pie de una joven provengan de los ocupantes del Audi aparece en un principio descartada en el atestado, en atención a que tales disparos siguen una trayectoria de arriba abajo, y desde los domicilios donde se inicia la reyerta hasta donde las víctimas recibieron impactos de bala habría aproximadamente 25 metros, siendo todo ello compatible tanto con armas cortas como con armas largas».
En cuanto a las armas, son cuatro escopetas y el subfusil de asalto las entregadas a la Policía Nacional por los encarcelados de San Lázaro, todas armas legales y propiedad del único de los seis detenidos que tiene licencia de armas. Sin embargo, la Guardia Civil ha echado en falta una pistola Walther y otra Kimar, ambas para munición del calibre 9mm y así se lo ha comunicado al titular del Juzgado número 1 de Plasencia.
Precisamente el abuelo de Camelia ha venido manteniendo que la bala perdida que acabó con la vida de su nieta no salió de ninguna de las armas entregadas por los Loletes. «La bala que mató a mi nieta es una de 19 milímetros parabellum, que le atravesó la cabeza«.
Además de Alba Silva, también hoy la joven herida en el pie, Sara Silva, tiene que prestar declaración ante el juez. Ha llegado igualmente sobre las 11.30 horas, pero no ha querido hacer declaraciones. Su abogado, Miguel Cantero, ha aclarado que su defendida no ha especificado de dónde salieron las disparos que la alcanzaron en sede policial.
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