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«Cuando termines apunta como que han votado esos dos que te faltan sin que te vea nadie y metes las dos papeletas». Es el ... 13 de julio de 2014, a las 17:39:22. La víspera de que Pedro Sánchez se imponga a Eduardo Madina en las primarias del PSOE que auparán al primero, entonces aún un desconocido, al liderazgo del partido gracias al apoyo sobrevenido de la entonces todopoderosa Susana Díaz al frente de la federación andaluza. Santos Cerdán, ligado a la campaña interna de Sánchez en Navarra, escribe este comprometedor mensaje a Koldo García, el hombre con el que guardaba una estrecha relación, de «jefe» a «subordinado», según constata la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil en el informe de medio millar de folios entregado al juez del Supremo, Leopoldo Puente. Son 22 palabras, a las que Koldo responde con un «Ya está», que destapan un posible amaño, al menos en la comunidad foral, de las elecciones que proyectaron la figura pública de quien acabaría siendo presidente del Gobierno en una moción de censura argumentada sobre el combate contra la corrupción del PP.
La UCO introduce este intercambio de mensajes entre quienes acabarían siendo el secretario de Organización del PSOE y el asesor para todo del exministro José Luis Ábalos como evidencia de «la fuerte confianza depositada por el primero en el segundo». Era Cerdán, certifican los agentes encargados de la investigación que ha situado al número tres de los socialistas al borde de la imputación, el que encargaba los «cometidos» a Koldo. Y alguno era tan sensible como el de recabar papeletas para que Sánchez se impusiera a Madina en los comicios entre la militancia del partido. Fuentes del entorno del exdiputado vasco confirman a este periódico que él no tiene previsto activar ninguna medida tras desvelarse las supuestas maniobras en las primarias que perdió en el conjunto de España. Aunque sí las acabó ganando -y el resultado ha adquirido una particular e insospechada relevancia- en Navarra.
Madina, que hoy participaba en el premio anual en memoria de Alfredo Pérez Rubalcaba, evitó referirse a la pugna con Sánchez que terminó con su salida de la política. Sí lo hizo, a preguntas de la prensa, el presidente del Gobierno, quien reivindicó la «limpieza» y la «garantía» con la que se celebran las primarias en el partido, al tiempo que subrayó que «se habla de dos votos» cuando él ganó «por más de 17.000». Pero la herida de aquel proceso interno y del de 2017 aún supura. Bastó con escuchar a Felipe González: «Madina fue mi candidato, y es más, lo sigue siendo en mi corazón».
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La UCO describe los nexos entre Cerdán y Koldo, como un factor determinante en la presunta red de comisiones ya en manos del instructor del Supremo, Leopoldo Puente, en los folios 38 y 39 de su voluminoso informe. El documento sitúa en 2013 el inicio de los lazos entre ambos, siempre por su militancia compartida en el Partido Socialista de Navarra (PSN), y cita, a modo de ejemplo de cómo Koldo mantenía contactos con destacados cargos del partido, que cuatro años después, en 2017, se le incluyó en un grupo de WhatsApp titulado 'Strios. Grales' (por, se deduce, 'secretarios generales'). «Santos [los investigadores identifican en su informe por su nombre de pila al responsable de Organización del PSOE] le trasladaba diferentes cometidos a Koldo algunos de ello demostrando una fuerte confianza depositada por el primero en el segundo», puede leerse (sic) en las mencionadas páginas.
Cuando estalló lo que, en origen, fue el 'caso Koldo', transformado tras las pesquisas de la UCO y la instrucción del juez del Supremo en una hidra de pesadilla para el PSOE, las miradas giraron hacia aquellas primeras primarias de 2014 de Sánchez -en las segundas, las de 2017 del Peugeot y las bases contra toda la vieja guardia de los socialistas, venció a Susana Díaz-. Aquellas primarias en las que, contaban algunas fuentes, Cerdán desplazaba al ahora presidente del Gobierno por territorio navarro. Como afloraban testimonios de que habían sido el futuro dirigente nacional y el exlíder del PSN Roberto Jiménez quienes abrieron la puerta del partido a Koldo, quien custodiaba pro entonces la de un conocido puticlub en Pamplona. Ferraz siempre rebajó esa relación -«ninguna», se llegó a pintar en la dirección del partido cuando comenzaron las investigaciones-, circunscribiéndola a que ambos, Cerdán y Koldo, ejercieron de concejales «en lo más duro del terrorismo de ETA», uno en Milagro y el otro en Huarte. Y a que el número tres del PSOE ayudó laboralmente a su entonces compañero de sigla. El trabajo inicial de chófer que asumió para Ábalos.
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