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Joe Biden dijo de Gavin Newsom que «podría ser lo que él quiera» y, aunque el expresidente estadounidense bromeaba entonces (2023) sobre los rumores que ... le situaban como su posible recambio en la última carrera presidencial, tenía razón en que el gobernador de California llegaría hasta donde se propusiera. Incluso a convertirse en uno de los principales enemigos públicos de Donald Trump, y eso que la competencia es mucha. El demócrata ha plantado cara al mandatario tras su decisión de enviar 2.000 efectivos de la Guardia Nacional a Los Ángeles para frenar las protestas contra las redadas que persiguen migrantes en sus calles. Un despliegue que Newson ha tachado de «incendiario». También ha llamado «mentiroso de pura cepa» al magnate y ha acusado al jefe del Pentágono, Pete Hegseth, de ser «un chiste». «¡Ven a por mí, hombre duro!», le espetó a Tom Homan, a quien se conoce como el zar fronterizo.
Newsom cultiva desde hace años su enemistad con Trump y los suyos: firmó las primeras licencias matrimoniales a parejas del mismo sexo, vetó la prohibición de libros promovida por los republicanos, impulsó una enmienda para restringir el acceso a las armas... Pero los sucesos de los últimos días en Los Ángeles han elevado el tono de ese enfrentamiento hasta el punto de que el núcleo duro del presidente le ha amenazado con arrestarle si interfiere en las operaciones de busca y captura de indocumentados. «Se trata de tendencias autoritarias. Se trata de mando y control. Se trata de poder. Se trata de ego. Es un patrón constante... este tipo ha abandonado los principios fundamentales», ha denunciado el gobernador de California, de 57 años, que acusa al empresario de crear, primero, una crisis y, después, agravarla.
Su choque sin filtros con el presidente alimenta las teorías de quienes creen que Newsom, hijo de juez y graduado en Ciencias Políticas, aspira a sucederle en el cargo. Sería el broche a una carrera pública que comenzó en 1996, con 29 años, tras probar suerte en el sector hotelero y el mundo del vino. Su primer puesto lo ocupó en la Comisión de Estacionamientos y Tráfico de San Francisco y al año siguiente pasó a cubrir una vacante en la Junta de Supervisores de la misma ciudad. En 2003 se convertía en su alcalde -el más joven (36 años) en más de un siglo- y en 2010 subió otro escalón, como vicegobernador de California. Dos mandatos después fue elegido gobernador del Estado dorado y, aunque en 2021 superó una moción de censura, ha perdido apoyo dentro y fuera del Partido Demócrata con el paso del tiempo.
En las filas republicanas se refieren a él como «dictador 'woke'» y en su propia formación muchos consideran que ha traicionado a los principios demócratas, al frenar la expansión de la sanidad universal gratuita que prometió en campaña, aprobar cientos de perforaciones o renunciar al recorte de las ventajas fiscales que disfrutan las grandes fortunas. «Ha estado trabajando lejos de los focos para suavizar legislación y políticas demasiado a la izquierda para sus aspiraciones nacionales», sugirió el diario 'The Wall Street Journal' cuando el apellido Newsom comenzó a sonar como presidenciable antes de que Biden diera un paso al lado en la última carrera hacia la Casa Blanca. El gobernador de California era uno de sus escuderos aunque más de uno le acusó de utilizar al entonces presidente para promocionarse a sí mismo.
I have formally requested the Trump Administration rescind their unlawful deployment of troops in Los Angeles county and return them to my command.
— Gavin Newsom (@GavinNewsom) June 8, 2025
We didn’t have a problem until Trump got involved. This is a serious breach of state sovereignty — inflaming tensions while… pic.twitter.com/tOtA5dcfxc
Sus riñas públicas -como las de estos días con Washington- o sus mediáticas apariciones no hacen de Newsom un político discreto. En 2004, cuando ejercía como alcalde de San Francisco, apareció junto a su primera esposa, Kimberly Guilfoyle, en las páginas de la revista 'Harper's Bazaar'. En una de las imágenes vestía un esmoquin de Hugo Boss que rondaba los 1.000 euros. Los «nuevos Kennedy» llamaron al matrimonio. Unos años después se divorciaron y ella acabó contratada por Trump y emparejada con su primogénito, Donald Trump Junior. Tan sonada como esta ruptura fue el escándalo que el gobernador, padre de cuatro hijos, protagonizó en plena pandemia, cuando fue pillado en una cena en un restaurante de lujo con varios lobistas justo después de pedir a la población que evitara las reuniones para frenar la expansión del covid.
El último azote de Trump, que ha peleado desde niño con la dislexia que le fue diagnosticada con cinco años y que hace un tiempo superó su adicción al alcohol, comparte con el presidente una pequeña experiencia televisiva. En su caso como presentador de 'The Gavin Newsom Show', que se emitió entre 2012 y 2013. En su programa no había frases lapidarias, como aquel «¡estás despedido!» que soltaba el magnate en 'The Apprentice', aunque en redes se ha mostrado contundente con el inquilino de la Casa Blanca. «Debe dimitir», ha dicho. «Devuelvan el control a California».
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