Rusia usa un número récord de drones para atacar a Ucrania

Kiev ha criticado a su enemigo y considera que no está interesado en llegar a un acuerdo de paz debido a su negativa a tener un alto al fuego durante las negociaciones. Moscú ha atacado con intensidad desde el cielo a su enemigo ucraniano, poniendo en duda la capacidad de autodefensa aérea de Kiev. Es por ello que este domingo el líder ucraniano Volodímir Zelenski pidió a sus aliados un mayor apoyo. «Necesitamos urgentemente signos positivos de parte de los Estados Unidos respecto a los sistemas de defensa aérea, esperamos una respuesta a nuestra petición de comprar sistemas que nos puedan ayudar», declaró el mandatario este pasado domingo.

Además de la capital del país Rusia también atacó posiciones del oeste de Ucrania como Rivne, donde dejó al menos un herido. El alcalde de la capital homónima, Viktor Shakirzián, ha calificado el ataque como «el mayor» en su región desde que empezó la guerra en febrero de 2022. Las fuerzas ucranianas han conseguido derribar la mayoría de los misiles lanzados esta noche, 19 de los 20. Esta oleada forma parte de la represalia rusa por la 'Operación Telaraña', que sorprendió a propios y a extraños y dejó claro a Moscú que Ucrania puede atacarle incluso en Siberia. El pasado sábado el ejército ruso atacó posiciones en la ciudad de Járkov, dejando almenos 6 muertos y 20 heridos. Esta urbe rusófona es una de las más relevantes del país.

En otro punto del frente, en la región de Dnipropetrovsk, Rusia sigue avanzando en su ofensiva. El objetivo de dicha conquista es, según el portavoz del Kremlin, crear una zona de amortiguamiento para proteger las fronteras de Rusia. Cuando se le preguntó si este era el objetivo de dicha sección del frente, él se limitó a confirmar las palabras del periodista que le preguntó. «Incluye este factor también, por supuesto» ha apuntado desde su rueda de prensa diaria de este lunes.

Desde Moscú el viceministro de Asuntos Exteriores, Serguéi Riabkov, ha aprovechado una entrevista con TASS para pedir a Occidente que disminuya la presencia de la OTAN. Una de las razones que Moscú esgrimió para atacar a Ucrania fue impedir que se uniera a la alianza transatlántica y «desmilitarizarla», a pesar de que antes de empezar la guerra Kiev era mucho más débil en el plano militar que en la actualidad. Según Riabkov, «la reducción del contingente de la OTAN en Europa del Este beneficiaría a la seguridad de todo el continente». Moscú desde que empezó la guerra aumentó su retórica contra sus vecinos, especialmente los países bálticos (Estonia, Letonia y Lituania) y Polonia, además de Finlandia. Este último rompió su neutralidad histórica para unirse a la alianza en 2023.

Además él mismo también ha aprovechado la entrevista para señalar que Rusia está considerando poner fin a la moratoria unilateral de misiles de alcance intermedio y corto. «Está en su final lógico» ha apostillado al respecto sobre esta moratoria, aprobada tras el fin del histórico tratado que firmó el país euroasiático con Estados Unidos INF. El Tratado de Fuerzas Nucleares de Alcance Intermedio (INF) de 1987 fue un acuerdo histórico que simbolizó el principio del fin de la Guerra Fría entre la URSS y EEUU. Este lo firmaron en aquel entonces el presidente estadounidense Ronald Reagan y el líder soviético Mijáil Gorbachov y supuso la prohibición para ambos países de desarrollar, probar y desplegar misiles balísticos y de crucero terrestres con un alcance de entre 500 y 5.500 kilómetros.

Kiev por su parte ha contestado este lunes por la mañana con ataques en una fábrica de electrónica de Chuvashia, una república rusa de la región del Volga, en la parte europea del país. «Esta mañana se detectaron intentos ucranianos de usar drones en Chuvashia» ha escrito en su canal de Telegram Oleg Nikolayev, el gobernador de la región. Ha añadido que «no hubo víctimas mortales en el ataque». Los drones impactaron en los terrenos de la planta de VNIIR, una de las más relevantes en la fabricación de componentes electrónicos.

Según Nikolayev la situación ha obligado a «suspender la actividad por la seguridad de los trabajadores». Las autoridades regionales también han apuntado que otros dos drones impactaron en campos cercanos sin suponer un peligro. Esta factoría se encuentra a 600 kilómetros de Moscú y a 1.000 de la frontera rusoucraniana.