

Una mañana en la Asamblea: todos los caminos llevan al aforamiento de Gallardo
Como la mariposa que aletea, a las diez y media de la mañana, cuando Miguel Ángel Gallardo salió del hemiciclo en mitad del pleno ... de la Asamblea, su levantada causó un estampido de periodistas en la sala de prensa habilitada en la otra punta del edificio del Parlamento extremeño. Y eso que solo fue al baño. Si Gallardo, secretario general del PSOE extremeño hace poco más de un año, deseaba colocarse en el centro de la política autonómica, este jueves en su debut en la Asamblea él y su reciente aforamiento se han hecho presentes en cada intervención de un orden del día rutinario pero que ha captado la atención de 40 medios acreditados.
Más de la mitad de las cámaras han llegado a Mérida desde Madrid para mostrar en directo el ambiente alrededor del líder socialista cuyo escaño autonómico hoy se ha hecho carne. Como se sabe, Gallardo está investigado formalmente por presunto tráfico de influencias y prevaricación por el puesto de trabajo del hermano del presidente del Gobierno conseguido en 2017 en la Diputación de Badajoz que él ya dirigía. Para hacer política al fin desde Mérida, Gallardo ha hecho dimitir a una diputada y renunciar a cuatro compañeros más para ocupar un escaño en la Asamblea. «Un triple salto mortal con tirabuzón», fue lo más suave que le dijo el diputado popular Bibiano Serrano antes de empezar a hablar del regadío de Tierra de Barros. Este jueves se ha preguntado por la falta de matronas en el SES y aparecía Gallardo y su aforamiento; se ha preguntado por la vivienda y se ha contestado con Gallardo. Y así casi toda la mañana hasta el ambiente se ha ido relajando. Durante la primera parte de un pleno que ha empezado a las nueve y media todo conducía al nuevo diputado Gallardo, que desde hoy ya tiene un foro y un nuevo foco desde donde encararse con la presidenta de la Junta, María Guardiola.
Noticias relacionadas
La polvareda mediática por el aforamiento conseguido presagiaba una mañana ruidosa en el patio de los Naranjos que da acceso al Parlamento regional. Allí, alcaldes y concejales del PSOE y miembros de Juventudes Socialistas, no más de una docena, han esperado a Miguel Ángel Gallardo para arroparle. Este llegó casi una hora antes, a las 8,40, para minimizar su exposición ante las cámaras. Primero se equivocó de puerta al enfilar el acceso principal cuando su destino era la oficina del grupo parlamentario. Tras ese zigzag lo abrazó Antonio Rodríguez Osuna, alcalde de Mérida, para espantar micrófonos ocupando el espacio mientras pedía mayor atención mediática para su cu ciudad, no para su jefe. Después lo ha abrazado el exconsejero José María Vergeles, que le cede el puesto de presidente de grupo parlamentario, y en tercer lugar lo hizo Piedad Álvarez, que sigue manteniendo la portavocía del grupo. El exalcalde de Villanueva de la Serena, que este viernes dimitirá como presidente de la Diputación de Badajoz, ha entrado en la Asamblea haciendo oídos sordos a las preguntas de los periodistas y repitiendo un sintagma: «Normalidad democrática, normalidad democrática». Tras ese primer paseíllo de apenas cincuenta metros se refugió en un edificio hoy especialmente blindado a la presencia de medios de comunicación por orden expresa de la presidencia de la Mesa, en manos del PSOE.
Sobre las 9,20 horas Gallardo al fin pisó el hemiciclo. Se fue al escaño que hasta ese día ocupaba Vergeles y esto desencadenó más cambios de ubicación, como la de Álvaro Sánchez Cotrina, elegido este año secretario general del PSOE en Cáceres y que ha sido ubicado en la primera fila de la bancada de su grupo.
La foto con Guardiola

Quedaban unos minutos para que la sesión número 51 diera comienzo y todas las cámaras, hasta seis, ya estaban enfocando a Gallardo, que apoyaba los codos sobre el cuero del respaldo y se frotaba las manos, literal. Flanqueado por Vergeles y Álvarez, no se sentaba, según le decía a los gráficos que querían una imagen plena de la controvertida posesión de escaño, porque él primero quería saludar a la presidenta Guardiola. Y así lo hizo, pese a las resistencias de los diputados populares para evitar esa foto de ambos adversarios cuando el enjambre popular accedió al salón de plenos. En momentos así la política se ve arrastrada por la realidad de la vida, por eso en un mismo barullo se metían codos y a la vez se mantenía ese tono celebrativo, sonriente y besucón que suele practicar el grupo popular al inicio y que se asemeja a la antesala de un cóctel.
Pero lo que estaba a punto de empezar no era una fiesta . La presidenta de la Asamblea pidió un minuto de silencio por la víctima de violencia machista de Aldeanueva del Camino, asesinada por su pareja esta semana. Fue un instante de calma antes de que comenzaran los dardos dialécticos de la jornada.
Lo siguiente fue tomar posesión. Cuando dio paso a este formulismo, la presidenta, Blanca Martín, subrayó que Gallardo está incluido en una lista de candidatos. Nueve pasos dio Gallardo hasta la tribuna, acató la Constitución y vio salir a los cinco diputados de Vox por la puerta. Su presidente Ángel Pelayo, explicó después que esa espantada se ha debido a una protesta simbólica «por haber forzado (Gallardo) el reglamento» hasta el punto de que ha anunciado que presentarán una querella por cohecho, aunque no supo precisar ni ante qué tribunal ni en qué estaría sustentado el supuesto delito. «Ha habido un fraude de ley», ha resumido antes de decir que los servicios jurídicos de su partido lo están analizando. Los diputados de Vox regresaron al instante al hemiciclo para participar de las preguntas previstas en el orden del día.
«Corrupto», «aforamiento exprés», «trepa», «caradura», «falta de respeto a las instituciones», «posible delincuente», «uso obsceno de la institución» o «vergüenza nacional» han sido solo algunos apelativos dedicados al secretario general del PSOE por parte de PP y Vox. Lo cierto es Gallardo no se ha arredrado. Ni es nuevo en esto ni se puede decir que no lo esperara en la que está siendo la semana más complicada de su carrera política. «He venido sin complejos a dar la batalla», ha sido lo primero que ha dicho el socialista en un tono controlado, antes de preguntarle a Guardiola por contratos de GPEX dejando en al aire alguna posible irregularidad. «¿Le incomoda que esté aquí?», le ha preguntado a Guardiola. «Pues acostúmbrese», ha remachado.
Desde el Gobierno autonómico han seguido lanzando dardos sobre su aforamiento y, sobre todo, han insistido en que ellos en realidad están para las cosas que preocupan a los extremeños y, paradojas, no les consta que el aforamiento esté en la mente de la gente. En general, el PP ha celebrado la marcha de la región, que ya tiene menos de 70.000 parados, pero Unidas por Extremadura ha tratado de desmentir esa foto idílica que hace el PP. Su portavoz, Irene de Miguel, ha dicho luego que llegar a diputado como lo ha hecho Gallardo es «legítimo», pero ha calificado de «torpe e inoportuna» la manera en que lo ha llevado a cabo, de ahí que Extremadura haya protagonizado esta semana un «bochorno» del que dice que se está aprovechando Guardiola.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.